Palabras

Palabras que pretenden ser justas con los sentimientos que las acompañan pero que, simplemete, no pueden, por que no hay cabida para tal pasión en un solo vocablo.

Palabras que pretendían proteger a la persona que las dijo pero que desgarraron los sentimentos de ambos, o al menos, los suyos.

Palabras que mis ojos desmentían.

Palabras que los tuyos proclamaban a gritos.

Palabras estúpidas, dichas con la única finalidad de rellenar un silencio mas absurdo, si cabe, que las propias palabras.

Palabras que insinuaban entonces indignación, palabras que ahora sabes que no eran mas que muestras de decepción y tristeza.

Palabras que quise decirte y no me atreví.

Palabras que no quise decirte y, sin embargo, te dije.

¿Para qué quiero las palabras? Para confundir y sembrar la discordia.
¿Para qué quiero las palabras? Para hacer que te sientas indiferente.
¿Para qué quiero las palabras? Para tener la conciencia tranquila pensando que te he dicho todo cuanto sentía.