lunes, 20 de abril de 2009

LO SIENTO

Hoy necesito hablar de ti, R, Rodrigo, para qué andarnos con medias tintas.
Hace poco te viste obligado a tomar una decisión terrible. Por cosas que vi y me contaron deduje que las cosas no iban bien desde hacía ya tiempo. Entonces comenzaron mis vaticinios de cotilla insufrible. No es que creyera que lo ibais a dejar en el sentido estricto de la expresión. Pero sí pensé que acabarías por daros un tiempo, pues según me parecía, ambos estabais confusos.
Una vez se acabó la relación, yo, como buena amiga(al menos eso pensaba) hablé con los dos y traté de consolaros Sin éxito, claro, pues es imposible mitigar el dolor de un corazón roto.
Ella no estaba muy por la labor de hablar, a si que yo, en mi condición de monologuista (otra vez) insufrible no paré. Y ya se sabe que cuando uno habla rápidamente y sin pensar y, además, tiene muchas cosas en la cabeza, tiende a meter la pata hasta los mismísimos infiernos. Y no se me ocurrió otra cosa que decir que lo que ya sabes. Muy bien, sabias palabras. En aquel momento me parecieron insignificantes, de hecho, ni si quiera recuerdo haberlas escrito o dicho. Pero lo hice y con ello lastimé a las dos personas que mejor se han portado conmigo en los últimos siete meses.
Anteayer os vi a los dos. Tú, Rodrigo, que siempre eres tan amable y que pareces tan racional y tan sereno, apareciste ante mí como una serpiente enfurecida. Me gritaste, me amenazaste (soy consciente de que únicamente con tu actitud, y no con tus palabras) y golpeaste las paredes. Por último me miraste con un gesto de profunda repulsión y te marchaste. Yo había ido retrocediendo hasta llegar prácticamente a la puerta de mi camerino y corriendo me metí en él. Me encogí como pude, lloré, temblé y traté de calmarme, sin éxito claro. Estaba realmente asustada, hubo un momento en el que pensé que ibas a pegarme. Entonces llegaron ellas y trataron de consolarme, pero al no conseguirlo, se fueron. Y entonces fue cuando comencé a pensar en lo que había hecho y en la poca claridad con la que había expresado mis pensamientos. Por eso ahora quiero explicártelo y tratar de enmendar mi error.
En primer lugar, siempre he pensado y creo que pensaré que sois o érais, o lo que sea, la pareja mas perfecta, equilibrada y bella que he visto en mucho tiempo.
En segundo lugar, nunca quise que os separaseis, sólo pensé que tal vez, necesitabais pensar un tiempo por separado.
En tercer y último lugar, si no dije nada antes era porque temía y deseaba con todas mis ganas equivocarme.
Y ya esta, no puedo excusarme mas, por que no existen argumentos. Gracias a esta experiencia he comprendido que los pensamientos son más peligrosos de lo que no quieren hacer creer y de que hay que seleccionar con extremo cuidado las palabras. Nunca sabes a quién pueden herir, ni de qué modo.
Ya sólo me queda decir, Rodrigo, que el sábado me asusté como nunca en mi vida y que me hiciste mucho daño, pero sé que yo también te lo he hecho a ti. Necesito que sepas que no pretendía insinuar, ni por asomo, que tu relación fuera carente de sentido, ni que no ha servido de nada, porque es todo lo contrario. Estoy convencida de que el amor, en cualquiera de sus formas, siempre nos hace mejores. Y tú has vivido el amor mas intenso que existe. Así pues, lo siento, con todo mi corazón y quiero pedirte perdón una, mil veces, las que hagan falta. Porque yo era tu amiga, y te fallé, no supe estar a la altura de las circunstancias. Ojalá puedas entenderme y saber perdonarme. Ya no puedo hacer más. Sólo espero que, aquel chico que me ayudó a bajar de la estructura en mi primer día de teatro porque me daba miedo, vuelva a estar conmigo y me dé un abrazo de esos que tanto me gustan.

2 comentarios:

Edu dijo...

Hola Amiga, por lo que leo, tus intenciones parecieron buenas, la interpretacion de ellas, fue quizas diferente de tu interes.
Un Saludo.

Sunny dijo...

Mis intenciones realmente no fueron ni buenas ni malas, simplemente es algo que dije sin pensar, pero supongo que en el fondo si quise ayudar...aunque no me saliera bien.
Gracias Edu, por tu apoyo y por tu maravillosa poesía.