domingo, 31 de agosto de 2008

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A veces en mi cabeza,
Siempre en mi corazón.

Y creo que con eso es suficiente. ¡Ja! ¿Qué te crees? ¿Qué me paso el día pensando en ti? Más quisieras, guapo. Tengo cosas mejores que hacer, por ejemplo, escribir en este blog, del cual sé que lees todas las entradas. Como te iba diciendo si, estás ocupando una pequeña parte d mi corazón, y me gustaría que dejases de hacerlo, es realmente molesto. No estoy loca, aunque te lo parezca, solo trato de decirte que no eres tan importante como crees. Vives en el mundo de las fantasías, chaval. Te has apoderado de unos cuantos sentimientos irracionales. ¿Y? ¿En qué te convierte eso? Yo te lo diré, no te convierte en nada ¿y sabes por qué? Porque tú no quieres. ¿Qué pasa? Si, estoy resentida, no necesito que nadie me lo diga. Y supongo que esto resulta un tanto excéntrico, partiendo de la base de que lo vas a leer, o no. Si no vas a leerlo ¿para qué lo escribo? Para gente como yo, que navega por la red en busca de algo que merezca la pena leer, y con esto no quiero decir que mis delirios sean merecedores de la atención de nadie. No sé, a mi vida la componen cosas absurdas que hago, que pienso, o que siento. Como mi amor por ti, que es absurdo hasta lo frustrante. Y si, es amor ¿te molesta? A mi también, bienvenido a mi mundo. Es el mundo del sinsentido, por si te interesa. En él, la gente como yo se enamora de gente como tú. Estúpido ¿verdad? Tu y yo me refiero, impensable, menudo disparate. Creo que si hiciéramos un test de compatibilidad sacaríamos, tirando por lo alto, un -50 sobre 100 ¿Sabes lo qué te digo? Además de eso hay que tener en cuenta tu enfermiza predisposición a ligar con el universo entero y tu actitud de desprecio frente al resto del mundo ¿Te crees el señor Darcy? Si es así, estás de suerte, yo soy Elizabeth Bennet. Ciertamente me repugnas, me repugnas tanto…que incluso me gustas. Soy complicada, ya me lo dijiste una vez ¿te acuerdas? Yo si, todos tus recuerdos vienen a atormentarme por las noches. Ya te lo he dicho antes, tu presencia en mi vida es molesta, muy molesta. Sin embargo, no quiero que desaparezca, me gusta tener algo con lo que entretenerme.
No te enfadas porque te diga esto ¿verdad? Espero que no ¿Sabes lo que me pasa? Que te quiero, y me asusta, tú ya sabes por qué. Y me hago la dura, pero lloro como todo el mundo, eso también lo sabes (y, para mi desgracia, lo has visto). En fin, espero que después de esto no te sigas creyendo el Rey del Mambo, por que no lo eres. Tan solo quería dejarte las cosas claras.

viernes, 8 de agosto de 2008

All this time...

“All this time I have never forgotten you still miss your kisses even if what I say is insignificant to you…”
Recibió ese sms un año después de todo lo acontecido en Canadá. Y se quedó estupefacta. No es para menos, se dijo al comprobar su propio estado. Yo le quería, y mucho, pero supe mantener los pies en la tierra, una relación no puede mantenerse si uno vive en Europa y el otro en América. Reconozco que quizá yo tuve la culpa, al fin y al cabo, yo era la parte madura…de acuerdo, solo le sacaba un año pero aun así yo era la más sensata. ¡Dios mío! Y pensar que el quería que estuviéramos juntos, pero ¿en qué cabeza cabe eso? Me dije a mi misma, y también a él, que acabaría por olvidarse de mí y se enamoraría de otra persona, que al menos viviera en su país. Pero por lo visto estaba equivocada…
Ahora me surgen miles de preguntas ¿le sigo queriendo? ¿Realmente él me quiere? ¿Es una broma? ¿Lo tengo tan olvidado como había pensado? ¿Son posibles las relaciones a distancia, siendo tan jóvenes como somos?
Todas estas preguntas rondaban, o al menos eso creo, por su cabeza. Yo, como amiga suya me hacía mis propias preguntas ¿estarán destinados a estar juntos? ¿Si llegaran a estarlo, se olvidaría ella de mí? No me voy en engañar a mi misma, estaba celosa. Tenía envidia, ella siempre fue y, supongo que será, lo que yo siempre quise ser. Y no parecía compartir mi mala suerte en asuntos de amores. No es que mi experiencia haya sido horrible…pero me hicieron mucho daño en el pasado y desde entonces no sé, da la sensación de que tengo miedo al amor y que, cuando alguien intenta quererme, lo aparto de mi lado con la finalidad de protegerme a mi misma, llegando a decir, incluso, cosas que no siento, por ejemplo, que la persona a la que tanto quiero y de la que estoy enamorada no me importa. Es obvio que me equivoco al comportarme así pero nadie, o al menos casi nadie, me ha dado nunca muestras de un amor tan sincero como para que deje de lado mi hiriente comportamiento.
Pero volvamos al pasado, que es lo que nos ocupa ahora…
Andaba yo divagando en mis absurdos pensamientos cuando recibí la copia del sms en mi propio móvil. Qué gran invento, por cierto. En el pasado le escribías una carta a tu amado, que estaba en la otra punta del país y sabías que tendrías que esperar cerca de un mes para su respuesta, eso si no se había extraviado tu carta, o la suya. Eso te permitía un mes de ensoñaciones y esperanzas. E incluso mas, por que si la carta no llegaba mantenías la ilusión de que se hubiese perdido. Ahora le escribes un sms o un e-mail y sabes que en menos de un minuto lo habrá leído y asimilado. Lo cual te permite desesperarte si no contesta por que sabes a ciencia cierta que es IMPOSIBLE que se haya perdido. Si, un gran invento. Como iba diciendo, el sms me sorprendió tanto el sms como su autor, ¿acaso él no había sido capaz de olvidar?
No lo sé, ciertamente era un comportamiento muy extraño.
Esta noche recibiré la llamada de mi amiga contandome los nuevos acontecimientos. yo, por lo menos, no quiero perderme en qué desemboca todo esto.